24 sept 2020

Cuentos reales Disney - Cenicienta

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La historia de La Cenicienta adquiere popularidad global después de que Charles Perrault transcribiese su leyenda oral en 1697. La publicó bajo el título "Cenicienta o el pequeño zapato de cristal" (Cendrillon ou La petite pantoufle de verre). Pero éste era apenas un re lanzamiento, si se le puede llamar así, de una historia ampliamente conocida desde la antigüedad.


Tras el redescubrimiento de Perrault llegaron los hermanos Grimm. En 1812 relanzaron la historia de Cenicienta, logrando un impacto aún mayor que el de su predecesor. La versión de Cenicienta que todos conocemos desde la infancia es, en realidad, una adaptación moderna que poco tiene que ver con la tradición original, que carece por completo de hadas madrinas y carros que se convierten en calabaza a medianoche; y ofrece, en cambio, aparecen asombrosos ejemplos de auto mutilación y cultos ancestrales.

Cenicienta es la única hija de un hombre rico, que enviuda trágicamente. Eventualmente, su padre vuelve a contraer matrimonio. Su nueva esposa tiene dos hijas, ambas muy hermosas, pero ásperas y envidiosas. Cenicienta es despojada de sus vestidos por su madrastra y hermanastras, y recluida a la tarea de limpiar el hogar. En resumen, la esclavizan. Su aspecto cambia radicalmente; y el contacto permanente con la suciedad le gana el apelativo burlesco de Aschenbrödel, Burbuja de ceniza, para nosotros, Cenicienta.

Cierto día, el padre se dirige a la feria del pueblo. Todos en la casa le piden regalos. Las tres malvadas mujeres le piden joyas y vestidos, pero Cenicienta solicita una rama de roble, que luego plantaría en la tumba de su madre, regándola diariamente con sus lágrimas. En tres años, esa rama se convirtió en un árbol inmenso, en una de cuyas ramas aparece una extraña paloma, quien le asegura ser capaz de cumplir cualquier deseo que pidiese.


En otra parte, el Rey organiza tres fiestas para que su hijo, el Príncipe, conociese a alguna joven digna de ser su esposa. Las hermanastras obligan a Cenicienta a ayudarles con sus vestidos, aunque la madrastra le impide asistir. Sola, Cenicienta se dirige a la tumba de su madre, y le solicita a la paloma un vestido y zapatos. El ave le concede su deseo y la Cenicienta se encamina al baile. Su aspecto estaba tan cambiado que nadie la reconoció, ni siquiera las tres arpías. El Príncipe, atónito, sólo tiene ojos para ella, y baila con Cenicienta durante toda la noche. Para no ser descubierta, Cenicienta se retira antes del baile, temiendo que su madrastra y hermanastras lleguen a casa y no la encuentren. La segunda noche se repite la escena. El Príncipe y Cenicienta bailan y se enamoran, y ella huye del salón antes de que las celosas hermanastras se retiren. La tercera noche, obsesionado, el Príncipe unta las escaleras del palacio con barro, lo que hace que Cenicienta, en su huida, pierda uno de sus zapatos.


El Príncipe decide encontrar a la dueña del zapato. Para ello, visita todas las casas de la comarca buscando el pie que calce en el diminuto zapatos. Al llegar a casa de Cenicienta, el padre manda callar a las hermanastras, pero no a su verdadera hija. La mayor, bajo los consejos de su madre, se corta del dedos de los pies para que le entre el zapato. Dos palomas advierten al Príncipe de la estratagema, y la joven celosa, es rechazada. Luego llega la menor de las hermanastras, quien se había rebanado el talón para calzarse el zapato perdido, pero de nuevo el Príncipe se entera de la trampa. Cansado, le pide al padre que mande llamar a todas las mujeres de la casa, criadas incluidas. Cenicienta aparece en la habitación, el zapato calza perfectamente en su delicado pie, y el Príncipe la arranca de su infame destino. Las hermanastras, por su parte, son atacadas por una bandada de palomas, quienes les arrancan los ojos, dejándolas completamente ciegas.

La estructura de Cenicienta proviene de la noche de los tiempos, y encuentra eco en varias escenas de historias de la antigüedad. Los egipcios, por ejemplo, narraban el Rhodopis, que luego pasaría al Imperio Romano, un cuento prácticamente idéntico al de Cenicienta de Perrault. En Persia se conocía la increíble historia de Nezami y sus Siete Bellezas, asombrosamente similar también a Cenicienta. Algunos eruditos aseguran que, de hecho, el cuento de Cenicienta, está basado en la historia de Yeh Shen, un cuento chino muy popular en la Edad Media, cuya influencia queda reflejada en los pies diminutos de la protagonista, un detalle médico que obsesiona a los orientales incluso a día de hoy.

1 comentario:

  1. Hola!
    Había visto videos de la historia de cenicienta pero no recordaba bien la historia real y la verdad me ha dejado sorprendida, el tema de las mutilaciones es bastante oscuro incluso dándole un aire tenebroso a la trama, su historia real no es tan espantosa la verdad incluso se me hizo más entretenida jajajaja lo que si debo agregar que es entendible porque Disney cambio algo las cosas.

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