El misterio de la mujer más besada del mundo

¿Qué tal empezar este nuevo año con un nuevo misterio? Porque sí, al final he creado la etiqueta de Misterios porque soy una persona a la que le gusta lo misterioso y, como habéis podido comprobar, llevo un par de meses (o así) siguiendo youtubers de misterio/casos y me pareció interesante traer algún que otro caso al blog.

En algún momento de finales del siglo XIX, el cuerpo de una joven que, supuestamente, se había ahogado fue recuperado del río‌ Sena. Como era costumbre en aquellos días, su cuerpo fue expuesto en la funeraria de París, con la esperanza de que alguien la pudiera reconocer e identificar. Al patólogo de turno le fascinó tanto el rostro de la chica con una sonrisa enigmática que le pidió a un fabricante de máscaras que hiciera un molde de yeso de la cara.

Poco después, la máscara empezó a aparecer a la venta y la cara de la joven se convirtió en musa para artistas, novelistas y poetas, todos ávidos de tejer identidades imaginarias alrededor de la misteriosa mujer, apodada la Mona Lisa ahogada.

Una de las primeras historias en la que aparece es la novela de 1899, “El adorador de la imagen” de Richard le Gallienne, que retrata la máscara como una fuerza malévola que hechiza y finalmente destruye a un joven poeta.

Otros escritores narran la historia de una joven inocente que llega a París, es seducida por un amante rico y luego abandonada cuando ésta queda embarazada. Sin nadie a quien recurrir, se tira a las aguas del Sena. En la funeraria, su hermoso rostro, ahora pacífico en la muerte, se conserva para siempre con un molde de yeso.

Resusci Anne

Años más tarde, en 1955,‌ Asmund Laerdal quien era un exitoso fabricante de juguetes noruego, se le encomendó la tarea de crear una herramienta que enseñara la nueva técnica de resucitación llamada RCP‌ (Reanimación cardiopulmonar), ya que la experiencia con su hijo unos años atrás lo hizo muy receptivo.

Desarrolló un maniquí de torso o cuerpo entero que simula a un paciente inconsciente que requiere RCP. Laerdal quería que su maniquí tuviera un aspecto natural y le pareció que una muñeca femenina sería menos amenazante para lo que se estaban formando, por lo que recordó una máscara que colgaba en la pared de la casa de sus abuelos, así que decidió que la Inconnue del Sena sería la cara de Resusci Anne, como llamó al maniquí.

Así que si eres una de las millones de personas que han sido entrenadas en RCP, probablemente has tenido los labios sobre los de la desconocida del Sena.

Tras más de 60 años tratando de devolverle la vida a la joven del Sena surgieron varias dudas al respecto, ¿estaba realmente muerta la Inconnue? ¿es realmente una máscara de la muerte o fue tomado de una modelo viva?.

Unos años atrás la BBC hizo un programa sobre la Inconnue y junto con la novelista Louise Welsh, mostraron la máscara a quienes se especializan en la recuperación de cuerpos ahogados del Sena, conocida como la Brigada Fluvial. Uno de ellos, el jefe de brigada, Pascal Jacquin, estaba poco convencido de que la chica hubiera estado muerta cuando la máscara fue hecha.

Es sorprendente ver un rostro tan tranquilo. Todos los que encontramos en el agua, los ahogados y los suicidios, no parecen tan tranquilos. Están hinchados, no se ven bien.

Durante siglos, escritores han contado historias en las que ahogarse parece una muerte tranquila y romántica, pero los años que lleva sacando cadáveres del Sena le han enseñado a Jacquin que la verdad es muy distinta, que incluso quienes se suicidan luchan por la vida en sus últimos momentos y la evidencia de ese esfuerzo queda marcada en sus rostros. Además, el proceso de descomposición empieza mucho más rápidamente en el agua.

Otros expertos consultados parecían estar de acuerdo en que la Inconnue parecía muy sana, muy vital para que la máscara se hubiera moldeado en un cadáver.

Y hasta aquí esta interesante historia. ¿Vosotros qué creéis? ¿Realmente existió esta supuesta mujer ahogada o el molde fue sacado de una modelo viva? ¿Conocéis esta historia?

Fuente: BBC