Imagínate que llueve, escuchas el sonido de las gotas de agua golpeando el suelo, sientes el frescor en el ambiente y, sobre todo, recuerdas el olor a lluvia. Ese olor es bastante característico y le resulta agradable a una parte importante de la población. Podemos aprovechar esta lluvia imaginaria y preguntarnos: ¿Qué es el olor a lluvia y por qué nos resulta tan agradable?
Cuando llueve, se producen diferentes procesos que liberan compuestos químicos en el aire. Pero de toda esta variedad de moléculas aromáticas, el "olor a lluvia" y al que nos referimos es una mezcla de compuestos concreta, que en ciencia se conoce como petrichor, bautizada así por un equipo de investigadores australianos que fue el primero en investigar sobre este tema.
El otro petrichor se produce por una combinación de unas pocas moléculas químicas producidas durante la lluvia. El olor de lluvia es más intenso cuando se está en el campo rodeado de vegetación y especialmente cuando lleva un tiempo sin llover, esto es debido a que los componentes químicos del olor a lluvia provienen de las plantas y de la tierra. Durante una sequía, las plantas segregan diferentes aceites que se ven liberados al aire cuando llueve, siendo interpretadas por nuestro cerebro como un olor agradable. No todos los componentes provienen de las plantas, a este cóctel de olores se le suma el de las sustancias de desecho de unas bacterias que viven en la tierra llamadas actinomicetos.
La intensidad de la tormenta importa a la hora de producir un olor de lluvia agradable, la típica tormenta de rayos y truenos deja un olor mucho más fuerte que una ligera llovizna. La culpa es del último componente del olor a lluvia, un tristemente conocido por culpa del calentamiento global: el ozono.
El ozono es una molécula formada por tres átomos de oxígeno, parecida a la molécula de oxígeno del aire que está formada por dos átomos de oxígeno. Aunque estas moléculas se parezcan, no son intercambiables: en una habitación llena de ozono no lograríamos respirar. Cuando hay una tormenta con rayos, la electricidad que se produce es capaz de romper las moléculas de agua de las nubes (formadas por átomos de hidrógeno y oxígeno) formando átomos libres de oxígeno muy reactivos, que mediante una serie de reacciones químicas con el oxígeno común acaban formando moléculas de ozono.
El ozono es ligeramente azulado y tiene un olor parecido al cloro de las piscinas. Precisamente este olor es capaz de unirse al olor petrichor y aumentar su intensidad. Además, las moléculas de ozono pueden viajar por la atmósfera desde la zona de la tormenta, por eso si olemos a lluvia antes de una tormenta, realmente lo que captamos es el ozono de la tormenta cercana atraído por el viento.
La composición del olor a lluvia es conocida, pero el motivo por el que nos resulta agradable es desconocido. Se cree que es debido al efecto positivo que tiene la lluvia para las cosechas a lo largo de la historia de la humanidad, pero realmente todo son conjeturas. Quizá algún día podamos explicar el motivo, mientras, lo mejor que podemos hacer es mirar por la ventana y ver la lluvia caer.
Pues a mi me encanta escuchar el sonido de la lluvia, me relaja mucho. Y después cuando salgo de casa ese olor particular a tierra mojada...
ResponderEliminarMuy buen post. Un abrazo
¡Ya somos dos! A mi también me gusta el olor, me transporta a lugares de mi pasado ❤.
Eliminar~ Aradne