15 nov 2020

Cuentos reales Disney - La Bella Durmiente

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Seguro que todos conocéis el famoso cuento de la Bella Durmiente... pero, ¿ a que no sabíais que la primera versión del cuento es mucho más escabrosa y oscura, lejos de poder ser contada a un frágil e inocente público como son los niños?

La Bella Durmiente del Bosque era el título del primer libro que Charles Perrault publicó en 1697 y que llegó a ser tan famoso como los cuentos contados por los hermanos Grimm. Su versión es muy parecida a la que conocemos hoy en día; sin embargo existe una versión anterior, publicada por primera vez en Italia en 1636, por Giambattista Basile en su colección titulada Pentamerone.

El Pentameron o Pentamerone es un libro que recoge las versiones originales de cuentos de hadas; en él Perrault se inspiró para crear sus propios cuentos. A diferencia de las versiones que conocemos en la actualidad, la versión de Basile (del siglo XVII) contiene aspectos más bien oscuros y turbios que fueron eliminados en posteriores versiones para ser adaptados a todos los públicos.

La verdadera historia de La Bella Durmiente cuyo título original era Sol, Luna y Talía es la siguiente:

En el nacimiento de su hija Talía, un rey reunió a todos los sabios y adivinos del reino para que profetizaran el futuro de su primogénita. Todos profetizaron en que la pequeña correría un enorme peligro a causa de una brizna de hilo. Para evitar ese trágico accidente, el rey ordenó que, a partir de entonces, no entrara en el castillo ni lino ni cáñamo.

Talía creció convirtiéndose en una bella y vivaracha muchacha, y sucedió que, un día como otro cualquiera, descubrió a una anciana que estaba hilando junto a su ventana. La niña, que no había visto en su vida nada parecido, llena de curiosidad, tomó la rueca en sus manos y comenzó a sacar el hilo. Pero entonces, una diminuta astilla de cáñamo se le clavó en una uña e inmediatamente cayó muerta al suelo.

El desconsolado rey, una vez descubierto tan desgraciado suceso, sentó a su hija sin vida en una silla de terciopelo, cerró la puerta de palacio y se fue para siempre intentando borrar, así, el recuerdo de su desgarradora tristeza e impotencia.

Algún tiempo después, pasó por allí un joven rey que iba de cacería. Su halcón voló hacia el castillo vacío, entró por una ventana y no volvió a salir. El rey, persiguiendo al ave, entró y recorrió el palacio, perplejo por no encontrar a nadie allí. En una de las habitaciones encontró a la princesa dormida y, según el cuento, su belleza fue tal, que despertó la pasión del hombre y no tuvo reparos en tener relaciones sexuales con ella a pesar del letargo de la joven. Tras el desenfreno de la pasión, el rey huyó de allí avergonzado de sí mismo, intentando olvidar aquella aventura.

Nueve meses más tarde, Talía, todavía aletargada en su sueño, dio a luz a dos gemelos, un niño y una niña, que se alimentaron de su pecho. En algunas versiones, entre ellas, la de Perrault, para explicar este parto y supervivencia milagrosa, unas hadas son las que hacen posible tal hecho y asisten a los niños, alimentándolos y cuidándolos.

Sin embargo, es otro hecho el que despierta a la princesa... Un día, cuando uno de los bebés intentaba mamar, al no poder encontrar el pecho, se puso en la boca el dedo en el que Talía se había herido. Chupó con tanta fuerza que extrajo la astilla que estaba clavada en él, y Talía despertó de su profundo sueño.

Coincidió además, que unos días después de esos hechos, el rey, sin poder quitarse de la cabeza la aventura que había tenido con la princesa, se le ocurrió volver a verla. La sorpresa que tuvo al encontrar a Talía despierta con dos bebés recién nacidos fue mayúscula. Lejos de renegar de ellos, los aceptó con gran alegría llamándolos Sol y Luna (en otra versión son Día y Mañana) y le confiesa a Talía que él es el padre. Durante unos días, Talía y el joven rey viven un romance idílico antes de que él la vuelva a abandonar para volver junto a su esposa, a la que nunca había mencionado. En otra versión, el rey mantiene una doble vida, manteniendo en secreto a Talía y a los niños durante dos felices años.

La esposa del rey se acaba enterando de la existencia de los dos bastardos del rey y de su amante. Los celos, la envidia y la locura la invaden hasta el punto de mandar traer a los niños a palacio con la excusa de conocerlos en nombre del rey. La ingenua de Talía deja ir a los pequeños con gran alegría, pensando que al fin su vida de secretismo terminaría.

Una vez allí, la reina coge a los niños y los entrega al cocinero, ordenando que los degüelle para hacer con su carne un exquisito plato de cocina. Pero éste, incapaz de hacer semejante barbarie, esconde a los niños en su casa, dejándolos al cuidado de su esposa y prepara un buen guiso con la carne de dos magníficos corderos.

Cuando el rey llegó al comedor a la hora de comer, la reina, con mucho gusto, tenía el alimento servido en los platos. El hombre, sin desconfiar y con el hambre instalado en su estómago, comió hasta hartarse. Es entonces cuando la perversa reina le dice con gran malicia que siga comiendo, puesto que lo que está devorando es de su propia carne.

El rey, entre sorprendido y enfadado, argumenta que es imposible, puesto que sabe perfectamente que no se ha traído nada a palacio que fuese de su propia carne. Tras una acalorada discusión, el rey sale de palacio ofuscado por no saber a ciencia cierta si lo que dice su esposa es cierto. Para meditar sobre ello, decide calmar su alma y su ira en su lugar favorito, cerca de palacio.

Mientras tanto, la esposa del rey, no contenta con el daño causado, ordena buscar a Talía con la excusa de que el rey añoraba su presencia y la esperaba. Talía, ansiosa como estaba, creyó a pies juntillas lo que se le decía y acudió enseguida a palacio. Lo que la esperaba fue una reina llena de rencor y cólera que no le habló precisamente con palabras dulces y amable. La acusó de seducir a su marido, además de insultarla de mis variadas formas. La pobre joven trató de excusarse diciendo que no era culpable de tal seducción, pues ella estaba dormida en el momento del hecho. La reina, fuera de control, ordena quemarla viva en una hoguera por difamación y libertinaje.

La divina providencia o la suerte propiamente dicha, hizo que en el último momento el rey hiciese acto de presencia, atónico ante aquel horrible escenario. Fuera de sí, ordena que la reina sea echada en el mismo fuego que ella había preparado para su amante. Lo mismo ordena para el cocinero, pero él le confiera la verdad y el paradero de sus hijos. El rey suspira aliviado por la gran noticia y tras recuperar a sus hijos y a su amada, y muerta su esposa, se casa con Talía. No hace falta mencionar que el cocinero tuvo la mayor de las recompensas y fue hecho chambelán en la corte.


Y hasta aquí el post de hoy. ¿Qué os ha parecido? La verdad es que me esperaba algo mucho más ¿dramático? como La Cenicienta que básicamente hubo sangre y vísceras (por así decirlo), pero este no y termina realmente bien. Creo sinceramente que si hicieran esta versión en película sin duda me la vería.

6 comentarios:

  1. Hola ^^ esta clase de historia me llama mucho, gracias por compartirla, pues aunque ya sabía y había leído la primera versión, eso fue hace mucho n.n saludos~!

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  2. Gracias al booktuber Javier Ruescas, ya conocía un resumen de esta versión. Super random pero no deja de tener cierto atractivo, sobretodo por el final "feliz".
    Siempre es un placer leer el origen de los cuentos con los que muchos nos criamos en la infancia, jamás aburren en ninguna de sus versiones.
    Saluditos Aradne uwu

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    Respuestas
    1. Creo que es una de las versiones más conocidas que hay de estos cuentos originales de Disney. Gracias por tu comentario!

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  3. Hola!
    Simplemente me encantan estas entradas, realmente sorprendente leer esta primera versión y darme cuenta de cuan retorcida es, ya me explico los cambios que tuvieron que hacer para hacerla family friendly XDDDDDDD ha sido una historia increíble y a pesar de lo retorcida me ha parecido bastante interesante, menos mal que he visto pocas veces la bella durmiente de Disney XDDDD

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    1. Pues la verdad es que yo nunca he visto la película de Disney y sigue ahí pendiente XD pero sí, en esta (y en la de la Cenicienta) Disney tuvo que hacer MUCHOS cambios jajajaja

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