¿No os ha pasado nunca que habéis visto una serie/película y sentís la necesidad de buscar información al respecto? Bueno, pues a mí suele pasarme con frecuencia, sobre todo con series basadas en hechos reales, tales como Chernobyl de HBO, con la que estuve obsesionada un par de semanas o incluso un mes entero, de hecho, me la vi dos veces y tengo ganas de volver a verla. Bueno, pues esta entrada está basada más o menos en algo que inspiró la serie de Netflix, Stranger Things, y no es más que el Proyecto MK Ultra, que, a pesar de que muchos hablan de ello como una teoría de la conspiración, resultó que era real y aquí os traigo información sobre qué trataba.
Año 1953. Un adolescente llamado Elvis Aaron Presley graba su primer disco. Stalin agoniza en la sala de un hospital en Moscú donde morirá, presuntamente, envenenado por su mano derecha. En los colegios, los niños se esconden debajo de las mesas para protegerse de un simulacro de ataque nuclear. Entonces pasan desapercibidos, además de ultra secretos, los experimentos de un montón de psiquiatras de la CIA
.
director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
, un hombre con tanto poder que da miedo.
Una mañana de diciembre, Dulles, de 60 años, descuelga el teléfono que hay sobre su escritorio y al otro lado de la línea se escucha un tartamudeo, un barboteo de palabras sin sentido y Dulles lo manda callar. Entonces entra en la oficia un hombre delgado, canoso y una calvicie mal disimulada. Se trata de Sidney Gottlieb, nacido en el Bronx en 1918, bajo el nombre de Josep Scheider, ya que en algún momento, sin saber cuándo, se lo cambió. Pero eso no es importante, sino que Gottlieb, bioquímico y psiquiatra militar, está al mando de uno de los programas prioritarios de la CIA; tan prioritario que consume más del 6% del presupuesto de la agencia
. MK Ultra: la mente como un libro abierto.
Allen Dulles |
de encontrar la llave
, como si de una caja fuerte se tratase, de la mente humana
. Y a ser posible, de cerrarla sigilosamente.
La CIA se proponía dos utilidades principales:
Extraer información 100% veraz durante un interrogatorio
, especialmente en aquellos sujetos de mayor resistencia (espías de KGB u otro cuerpo de seguridad bien entrenado); o bien de ciudadanos norteamericanos o de cualquier otra procedencia.- Mediante la distorsión de la realidad,
conseguir la lealtad del sujeto
, para que, inconscientemente sirviera a los intereses de la agencia.
En ambos casos, la CIA tenía una ambición mayor: borrar la memoria a corto plazo
, que no recordara los interrogatorios, lo que dijo, bajo qué circunstancias, y sobre todo, a quién informó. Entre las expectativas y la realidad sólo existía una barrera: la inexistencia de las sustancias y métodos de aplicarlas; por lo tanto, la CIA se vio en la necesidad de inventarla, de experimentar, claro está, con humanos, que son los únicos que tienen mente.
La ciencia, el fango y la política
Paciente del proyecto |
la alteración del estado mental del individuo
, luego, llegar al control, era todo incertidumbre. Sidney Gottlieb, quien además de dirigir MK Ultra, era el director de la División Química de la CIA
, pensó en ciertas drogas como respuesta. Se empezó suministrando alucinógenos: dosis de LSD, quinuclidinilo bencilato (BZ), metanfetaminas, entre otros. Sin embargo, poco a poco fueron desechadas ya que los resultados eran insatisfactorios
.
Durante algún tiempo, los científicos probaron métodos menos convencionales. La hipnosis, descargas eléctricas, privación sensorial, aislamiento... pero en ningún caso se consiguió un control mental efectivo
; sí su desgaste y perjuicio, por lo que estas técnicas, a la larga, también fueron abandonadas.
Otro punto polémico de MK Ultra radicó en los sujetos de pruebas. Al principio, se postulaban investigadores, estudiantes universitarios y personal militar. A medida que los métodos se iban radicalizando, los voluntarios empezaron a escasear. La CIA entonces empezó a cazar personas para las pruebas sin su consentimiento
: enfermos mentales, drogadictos, prostitutas y vagabundos.
Famosa fue la operación Clímax de Medianoche, organizada por el mismísimo Sidney Gottlieb: instruyó a prostitutas en la nómina de la CIA para atraer clientes a los prostíbulos, desde donde se les aplicaba sigilosamente una amplia variedad de sustancias
(en bebidas y comidas). El comportamiento de esos hombres (estimulados por las drogas y el sexo) era estudiado por los agentes desde el otro lado de espejos unidireccionales. Este método tampoco obtuvo los resultados esperados
.
Frank Olson, el científico que saltó
Según un informe publicado entre 1974 y 1977, Frank Olson, un bioquímico del Ejército de Estados Unidos y experto en armas biológicas especializado en aerosoles y armas aéreas, saltó una madrugada de 1953 desde la ventana de la habitación 1018A, en el decimotercer piso del Statler Hotel en pleno Manhattan. No sobrevivió. Su compañero, Robert Lashbrook, dijo que se despertó poco después de que se lanzara, sin poder hacer nada. Si retrocedemos apenas unas semanas antes de lo sucedido, Olson junto con varios de sus compañeros, fueron el objetivo de un extraño experimento
.
Frank Olson |
drogados con LSD sin que lo supieran
. Por desgracia no se sabe con qué intención
(aunque el suceso fue admitido por el Gobierno en 1970), pero lo que sí se sabe es que supuso un antes y un después en la vida de Olson, ya que desde ese mismo momento empezó a plantearse seriamente dejar el proyecto y la CIA.
Según la investigación realizada por su familia, décadas después de su muerte, y con ayuda de detectives y documentalistas, Olson había presenciado todo tipo de cosas en la CIA
, especialmente en sus viajes a Europa. Por ejemplo, contó en sus notas privadas como vio a un soldado voluntario morir, echando espuma por la boca y convulsionando después de haberle administrado gas sarín
(si no sabéis qué es, os recomiendo ver el documental de Hora Cero, Terror en Tokio, os dejo aquí el enlace). Los informes tras su muerte mostraron que se había sentido incómodo ante este tipo de experimentos en varias ocasiones. Sus viajes a centros secretos de detención en Alemania eran relativamente frecuentes, según afirma la familia, y pudo haber visto escenas similares a la del soldado en muchas ocasiones.
Sin embargo, a partir del momento en el que su superior le administró LSD que Olson pareció querer retirarse del proyecto de forma definitiva
. En 1953 solicitó la destitución como jefe de operaciones. Sin embargo, sus superiores le obligaron a rebajar la presión psicológica que sufría
con ayuda del un psiquiatra, el Dr. Harold Abramson, íntimamente ligado al proyecto. En sus últimas conversaciones con el doctor, éste le aconsejó el internamiento en un psiquiátrico de forma inmediata
. Al parecer Frank Olson aceptó de buena gana, por lo que fue trasladado a un hotel, junto a Robert Lashbrook, quien lo acompañaba durante el proceso de tratamiento. Poco después, ambos se encontraban alojados en el Statler, esperando la hospitalización del primero, pero, esa misma noche, Frank saltó.
Caída y escándalo
Extracto de uno de los documentos |
fueron encontradas algunas cajas
: en total, 20.000 documentos fueron desclasificados en 1977 y algunos más sensibles en 2001.
Así se supo, por ejemplo, que más de 40 universidades estadounidenses, 15 fundaciones de investigación, empresas farmacéuticas, 12 hospitales y 3 cárceles participaron en los experimentos. En muchas ocasiones, el personal no conocía para quién estaban trabajando
, ya que la CIA los contrataba mediante empresas fantasma.
La presión de la opinión pública obligó al entonces presidente Gerald Ford a tomar cartas en el asunto. Ford emitió la primera Orden Ejecutiva sobre Actividades de Inteligencia. Entre otras prescripciones, el documento prohibía la experimentación con drogas en seres humanos, excepto con el consentimiento informado, por escrito y con el testimonio una parte desinteresada, de cada sujeto humano y de conformidad con las directrices emitidas por la Comisión Nacional de Inteligencia.
Teóricamente, las administraciones posteriores de la Casa Blanca han mantenido esa premisa, pero como el ser humano tiende a cometer los mismos errores, habría que ver si realmente en 1976 se cerró por completo el Proyecto MK Ultra.
Fuentes: Biobiochile | Xataka
Y hasta aquí el post de hoy. ¿Qué os ha parecido? A mí me sorprende que una agencia tan importante como es la CIA tuviera tal impunidad en llevar a cabo proyectos de este calibre. ¿De verdad no había nadie controlando lo que pasaba de puertas para adentro o es que la CIA tenía a gente del gobierno sobornada? De todas formas me dan escalofríos al pensar qué efectos secundarios aún habrán quedado en las personas que fueron "voluntarios" en los experimentos, si es que todavía siguen con vida.
Muy buen artículo, un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario :)
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