¿Podría un astronauta sobrevivir en Marte?

Hey babies! Para quien no lo sepa, a mí todo el tema del espacio siempre me ha fascinado, por lo que casi siempre me veo las películas que vayan saliendo (aunque me arrepentí de ver la película 'Life' por el miedo y el agobio que pasé) y una de esas películas fue 'Marte' ('The Martian' en inglés), una película del 2015 basada en la novela de Andy Weir con el mismo nombre. Me gustó la película, sobre todo porque me esperaba que fuera la típica de: Oh, no! Me han dejado en un planeta a millones de kilómetros de la Tierra y voy a morir, pero nada que ver, sino que se las ingenió para sobrevivir en un planeta completamente nuevo, por lo que me dio por pensar, ¿sería posible sobrevivir en Marte? Así que me puse a investigar...

Un huerto en Marte

Uno de los aspectos más comentados de la película es cómo el protagonista, Mark, consigue cultivar patatas, ya que hay que tener en cuenta que tiene un hábitat presurizado y, por ejemplo, genera allí su propio oxígeno y comida, y, en dicho hábitat, tiene un invernadero. Mark se sirve de sus propias heces y del suelo marciano para plantar esas patatas que contribuyen a salvarle la vida, pero, en la vida real, eso había sido tan sencillo.

Experimento de crecimiento de plantas en la ISS. Foto: NASA

Bruce Bugbee, responsable de un laboratorio de fisiología de los cultivos en la Universidad Estatal de Utah, apuntaba a TechCrunch que el suelo del planeta es demasiado rico en óxidos de hierro, por lo que no favorece el crecimiento de plantas. Bugbee ha hecho varios experimentos de cultivo de vegetales en la Estación Espacial Internacional (International Space Station o ISS), basados en la hidropónica (que usa disoluciones minerales, en vez de suelo agrícola) y agua reciclada. De hecho, seis tripulantes pudieron recolectar y consumir lechugas cultivadas en la ISS con ese método.

Los experimentos sobre cultivas verduras en condiciones de gravedad e iluminación muy diferentes a los de la Tierra son una parte importante de los estudios precios al diseño de una futura misión tripulada a Marte. Incluso si no hubiera accidentes como los que sufre la nave en la película, los astronautas tendrían que ser completamente autosuficientes en su generación de oxígeno, agua, comida y en el reciclaje de la mayoría de los residuos producidos.

Podrían usar un sistema parecido al que se emplea en la ISS, Veggie, que utiliza una combinación de luces LED azules, verdes y rojas y un suelo para las semillas formado por arcilla calcinada y fertilizante. El hallazgo de hielo de agua (y posiblemente agua líquida) bajo la superficie, ya antes de que se confirmara de que es salada, lleva a la NASA a diseñar métodos para extraer oxígeno de esa agua.

El oxígeno es muy importante

La superficie de Marte no solo cuenta con una atracción gravitatoria de un 62% menor que la terrestre, sino que sus temperaturas son muy extremas (-63ºC no es raro allí), su presión atmosférica es de 7,5 milibares (mientras que en la Tierra es de 1 bar) y aunque su día (o sol) tiene una duración parecida a la terrestre, su año equivale a 678 días de los nuestros. Su atmósfera, además, está compuesta en su mayoría por dióxido de carbono, y el oxígeno representa menos del 0,15% y esas no es que sean unas condiciones óptimas para los humanos.

Por eso, Mark Watney (y los planes reales de la NASA) cuenta con ese hábitat presurizado que acerca un poco más las condiciones superficiales de Marte a las terrestres. En el Centro Espacial Johnson de la agencia estadounidense hay un módulo especial, HERA, que simula cómo sería uno de esos hábitats en el planeta rojo. Éste módulo cuenta con dos plantas, en las que se distribuyen los espacios de trabajo, aseo y para dormir, y hasta incluye una simulación de la escotilla que se usaría para salir al exterior.

En HERA se han simulado también misiones de larga estancia a la ISS y la idea es simular toda una misión a la superficie de Marte, pero en la Tierra. La parte del aislamiento ya la probó el experimento MArs500, puesta en marcha por la agencia espacial rusa. En estas simulaciones se analizan las respuestas de los astronautas a la estancia prolongada en entornos de espacio reducido, por ejemplo.

Pero si se va a Marte de verdad, la generación de oxígeno se hace muy necesaria. Enviar material al espacio es muy caro, así que hay que procurar conseguir todo lo necesario para la supervivencia in situ. Mark consigue su propio oxígeno usando el dióxido de carbono del generador de combustible de su vehículo de ascenso. Eso es algo que las futuras misiones tripuladas al planeta rojo podrían poner en práctica usando un método similar al que se usa en la ISS.

Un traje protector

Prototipo de traje Z-1

A Mark también lo mantiene con vida su traje espacial. Éste le protege de la diferencia de presión con el exterior, de las temperaturas extremas y de la radiación que llega a la superficie del planeta, pero los trajes que se ven en las películas son versiones menos voluminosas de los prototipos con los que trabaja la NASA para futuras misiones tripuladas a asteroides.

Los trajes Z-1 (el de Buzz Lightyear como decían en Internet) y Z-2 buscan mejorar la protección de los astronautas, facilitar sus tareas en las actividades extra vehiculares y, sobre todo, hacer que el proceso de ponerse el traje sea más rápido y sencillo. Para ello, el Z-2, no se monta por partes, sino que es una unidad completa que incluye una mini escotilla en la espalda para que el astronauta se introduzca en el traje, unido al exterior de un vehículo presurizado, sin tener que salir de él.

¿Y el rescate?

Vista del interior de una Soyuz

Un Mark Watney real podría sobrevivir en la superficie de Marte, eso ha quedado claro, pero esta no es la cuestión, sino, si realmente alguien iría a rescatarlo. ¿Se montaría una operación cm la que vemos en The Martian? ¿Habría otro Apolo XIII? Lo más probable es que la respuesta sea negativa. La NASA no tiene preparado ningún plan de rescate porque todavía no tiene preparada ninguna misión tripulada al planeta rojo.

La web Vulture preguntó a la agencia por ese particular, y una portavoz afirmó:

Hay muchos problemas que tienen que ser solucionados primero para poder ir allí. No estamos planeando en caso de que hubiera problemas todavía.

Ni siquiera había un plan de rescate diseñado como tal en caso de que algunas de las tripulaciones del programa Apolo que fueron a la Luna no pudieran regresar.

Por otro lado, sí que hay planes de rescate en caso de emergencia en la Estación Espacial Internacional. Los tripulantes del complejo usarían una Soyuz, atracada allí permanentemente, como salvavidas si tuvieran que evacuar la estación, y estarían de vuelta a la Tierra en unas horas. La NASA tuvo preparado un segundo transbordador espacial en caso de que la última misión de servicio al telescopio espacial Hubble se encontraba con problemas, pero poco más. Hay que tener en cuenta también que, el Hubble y la ISS orbitan a centenares de kilómetros sobre la Tierra, sin embargo, en su posición a nuestro planeta de 2018, Marte estaría a más de 57 millones de kilómetros de distancia. Como le ocurre al protagonista de Marte, un "marciano" tendría que aprender a sobrevivir allí por su cuenta.

Fuente: Xataka

Y hasta aquí el post de hoy. ¿Qué os ha parecido? A mi me fascina mucho (como dije al principio) y aunque no existe una posibilidad remota de que me metiera en una nave e irme al planeta rojo de paseo, en caso de que eso suceda en un futuro (algo que, a día de hoy parece más cercano gracias a Space X), sería la primera en ponerme frente a la pantalla para ser testigo de ese futuro hecho histórico, tal como ha pasado este verano, cuando Space X lanzó su primera nave tripulada a la ISS.