Cosas que NO deberías hacer en internet

Es bien sabido que hoy en día el mundo se rige por Internet, sin Internet hoy en día no eres nadie (aunque respeto a aquellos que no quieran saber nada), pero quienes estamos constantemente en contacto a veces nos olvidamos de nuestra seguridad en la red, a pesar de que no existe una total seguridad, nunca está de más tener en cuenta ciertos puntos para que nuestra navegación sea más segura que si no hiciéramos nada.

No actualizar el navegador

Los navegadores (Chrome, Firefox, Vivaldi, Opera, etc) son la puerta de entrada a Internet. Muchos hackers se especializan en crear virus para estos programas y casi siempre, la respuesta de las empresas creadoras de los navegadores es la misma: lanzar actualizaciones para afrontar estos problemas. Si no actualizamos nuestro navegador cuando éste nos lo pide, estaremos cometiendo una imprudencia.

Tener el antivirus desactualizado

Instalar un antivirus en nuestro ordenador y no actualizarlo es como tener un coche y no echarle gasolina: algo absurdo. Al igual que los navegadores, los antivirus van renovando sus bases de datos constantemente para combatir nuevas amenazas. Cada cierto tiempo pasa el antivirus para limpiar tu ordenador de posibles amenazas.

Abrir o descargar archivos de dudosa procedencia

Son el pan de cada día. Los archivos tipo "actriz desnuda" o "el vídeo prohibido de..." que podamos recibir en nuestro correo, casi siempre son virus. Y más, si éstos son archivos ejecutables (con la extensión .exe). Lo más sensato que podemos hacer es no ejecutarlos ni descargarlos en nuestro disco duro.

Usar la misma contraseña para todo

Es un error muy común usar la misma contraseña para acceder a nuestro correo, redes sociales, etc. Lo hacemos porque es más fácil recordar una sola contraseña que varias, pero en el caso de que un hacker se haga con esa contraseña, estamos perdidos. Así que lo más recomendable es crear una contraseña diferente para cada sitio. 

Nota: Podéis usar herramientas como Keepass, 1Password, Bitwarden, LastPass...

No controlar la privacidad de las redes sociales

Prácticamente todas las cosas que publicamos en Internet serán vistas por personas que quizás no son parte de nuestra esfera de confianza. Si eres adicto a las redes sociales, ten mucho ojo al subir fotos muy personales o entregar información sobre tu casa o ubicación. Recuerda que las redes sociales cuentan con herramientas para configurar tu nivel de privacidad para así determinar quién puede ver tus fotos o acceder a tus publicaciones. Sólo de ti depende cuánta información se publique y quiénes pueden acceder a ella.

No borrar el rastro de nuestra navegación

Puede parecer paranoico, pero si estás en un ordenador que no es tuyo o que lo usan personas que no conoces, es fundamental que borres el historial de las páginas que visitas. También es vital que borres las cookies registradas durante tu navegación. Ambas cosas se pueden evitar usando la opción de navegación privada y borrando las cookies almacenadas en nuestro equipo o desactivando la opción de permitir el acceso a nuevas.

Comprar o acceder a datos bancarios desde una red pública

Dos cosas que jamás hay que hacer en un ordenador que sea nuestro o conectados a una red wifi pública: revisar el estado de nuestra cuenta corriente a través de la web de nuestro banco o realizar una compra con tarjeta de crédito en Internet. Los ordenadores públicos (en bibliotecas, universidad, etc) suelen ser uno de los objetivos favoritos de los delincuentes para instalar programas que detectan las claves secretas tecleadas en ellos. La red wifi pública puede estar "pinchada" de tal forma que cualquier dato que enviemos desde nuestro ordenador o móvil sea registrado en un tercer ordenador que pertenezca a un hacker.

No fijarse en el protocolo HTTPS de páginas web

Las páginas en las que se efectúan cobros o los de bancos, suelen estar cifradas con el protocolo HTTPS. Para saber si una web pertenece a ese grupo, tan sólo hay que fijarse en la barra de direcciones de nuestro navegador. Si la dirección empieza con https, es que es segura. Las páginas de los bancos que no tengan este protocolo, suelen ser web clonadas para engañar a los usuarios y poder robarles los datos personales, en una práctica denominada "phishing".

Confiar en el spam

El correo no deseado (conocido como Spam) suele estar formado por ofertas increíbles de medicamentos, propuestas de negocios o empleo muy jugosas. Responder o caer en alguno de esos engaños puede ser fatal.

Alimentar a los trolls

O sea, seguirle el rollo a gente que se dedica a insultar, meter cizaña o crear malestar en foros, redes sociales, etc. Es mejor evitar entrar en "discusiones" que verte metido en una interminable historia que no tiene sentido y que no aporta nada a nadie.

Asumir el anonimato

Raramente lo que dices por ahí es anónimo, aunque no lo firmes con tu nombre y apellidos. En Internet las cosas se quedan ahí para siempre y aunque queden enterradas por millones de bytes de información más reciente o importante, eso no quiere decir que no puedan encontrarse si se buscan y acaban asociando unas cosas con otras.

Dejar que los demás rastreen donde estás

Cada vez más sitios webs o apps te animan a que digas dónde estás (Instagram, Facebook, etc), eso tiene utilidades diversas: que las tiendas fidelicen clientes, que tus colegas sepan que andas por ahí, que la gente sepa qué sitios te gustan, etc. Sin embargo, lo importante es que dicen dónde estás y dónde no en un momento determinado. Si no vas a ir a casa en las próximas tres horas o te has ido de vacaciones durante una semana o estás esperando el taxi... alguien con malas intenciones podría aprovecharse de ello. De nuevo, comprueba que compartes esa información con quien realmente quieres (y no con todo el mundo), si es realmente necesario hacerlo y si tiene que ser a tiempo real.

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